IMPORTANTE: Este post forma parte de una serie de cuatro entradas donde queremos dar a conocer las claves del proyecto de innovación Iberchain del que hemos sido participes. Como todo lo que hacemos, queremos que nuestro estilo de divulgación de proyectos sea cercano, accesible y, sobre todo, interesante y entretenido. Esperamos haberlo conseguido. Si queréis saber más de este proyecto, os recomendamos visitar su página web https://iberchain.es/
De las criptomonedas a los criptojamones
La tecnología Blockchain nace a raíz de la necesidad de las criptomonedas de liberarse de intermediarios que pudieran afectar o modificar su valor de cambio. Básicamente, el objetivo era prescindir de la intermediación de las entidades bancarias en las transacciones entre usuarios.
Evidentemente, el valor de estos cripto activos tiene su fundamento en dos cosas; la primera y más intuitiva, es el volumen de criptomonedas en circulación y la segunda, más abstracta pero crítica en economía, que es la confianza en que efectivamente esa operación se va a llevar a cabo de forma correcta.
Desde esta segunda máxima aparece el desarrollo tecnológico del blockchain, basando sus “garantías” en dos conceptos: parcelación de la información y distribución de ésta entre múltiples usuarios que deben validar cada cambio en dichos registros. Estos paquetes de información (bloques) cuentan con unos cifrados especiales que confieren una mayor seguridad y están conectados entre sí de forma que las operaciones sean irreversibles e inviolables.
Tal y como explican muy bien en el blog de Xataca en el fondo el blockchain no es más (ni menos) que un gigantesco libro de cuentas en los que los registros (los bloques) están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las transacciones. Es, en otras palabras, una base de datos distribuida y segura (gracias al cifrado) que se puede aplicar a todo tipo de transacciones que no tienen por qué ser necesariamente económicas.
Esa cadena de bloques tiene un requisito importante: debe haber varios usuarios (nodos) que se encarguen de verificar esas transacciones para validarlas y que así el bloque correspondiente a esa transacción (en cada bloque hay un gran número de transacciones que eso sí, es variable) se registre en ese gigantesco libro de cuentas.
Más fácil todavía, el esquema de lo que ocurre paso a paso.
- El ganadero quiere vender un lote de lechones de ibéricos puros a una finca especializada en engorde.
- Esta transacción pasa a constituir un bloque para ser representada en la web.
- Dicho bloque se transmite a toda la red.
- Los nodos (usuarios) en la red, ven el bloque, lo descifran y validan la operación.
- Una vez validada, ese bloque se convierte en el último eslabón de la cadena (que aglutina todas las operaciones anteriores y posteriores relacionadas con ese lote de ibérico).
- La cadena se cierra en una vez se ha producido la última operación, que es el envasado y etiquetado de ese producto.
Como la cadena se construye acorde a la cronología temporal del animal y se apoya en el sistema de trazabilidad ITACA, es totalmente imposible “desandar” el camino. De esto se encarga, además, otra de las características definitorias del sistema de Blockchain, los punteros hash. Estos elementos están codificados y, además, se añade una marca temporal y datos básicos de la transacción que son públicos para todos los usuarios. Dicho llanamente; otro elemento más de trazabilidad.
La única debilidad que podría tener el sistema es la gran dependencia de la entrada de datos por parte de los “humanos”, lo cual siempre abre la puerta a errores. Sin embargo, este aspecto también se ha visto cubierto en el proyecto mediante la inclusión de dos mecanismos.
Primero, por el cruce de datos del sistema ITACA y, segundo, por la adaptación de tecnologías de análisis espectral (NIRS y Bioempedancia que os explicamos en esta otra entrada) a la lectura de los parámetros físico químicos exclusivos de la carne de cerdo ibérico.
Por lo tanto, el alto nivel de confiabilidad de la cadena de bloques aplicada al ibérico supondrá un mecanismo único de diferenciación para las carnes y curados procedentes de esta raza. Con un simple código, el usuario podrá conocer de primera mano la evolución completa de la vida de ese animal y, sobre todo, su vinculación al libro genealógico que es lo que, en definitiva, podemos demostrar la pureza racial.
Sobre Iberchain:
El Grupo Operativo IBERCHAIN está liderado por la Asociación Española de Criadores de Cerdo Ibérico (AECERIBER), como agente de máxima representación de ganaderos de cerdo Ibérico. Además, el Grupo Operativo cuenta con una de las mayores cooperativas de cerdo Ibérico (IBERCOM) y, además, con tres de las más importantes industrias jamoneras del sector del porcino Ibérico representantes de 3 DDOOPP de cerdo Ibérico como Señorío de Montanera S.L. (Badajoz), COVAP (Córdoba) y Sánchez Romero Carvajal S.A. (Huelva). Para el desarrollo del proyecto, las empresas del sector primario cuentan con dos socios tecnológicos, Cedesa Digital S.L y Coveless, S.L., que desarrollaran la plataforma y los automatismos. Asimismo, el grupo cuenta con el apoyo y colaboración del Centro de I+D en Cerdo Ibérico (INIA), el grupo de investigación “Ingeniería de Sistemas de Producción Agro-ganaderos” de la Universidad de Córdoba e Imasde Agroalimentaria, S.L., que participa como coordinador técnico del proyecto. Este proyecto cuenta con los apoyos de la Asociación Europea de la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícola (AEI-AGRI) y la financiación en el marco del Programa Nacional del Desarrollo Rural 2014-2020 por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.